jueves, 9 de agosto de 2012


Una cosa que siempre me ha gustado han sido las historias del verano, esas historias, la mayoría de las veces cargadas de amor, y finalizadas con un alto grado de melancolía.

Me viene al recuerdo ahora mismo la película GREASE con John Travolta y Olivia Newton John,








Lo malo era y es el final del verano

www.youtube.com/watch?v=ugZ625lu0TQ,

pero hasta que llegue ese final anunciado desde el mismo momento que empieza, disfrutémoslo.


Hoy, con las nuevas tecnologías, podemos estar a tiempo real en cualquier sitio y comunicar con nuestros amigos que nos cuentan sus aventuras y desventuras, me refiero al conocidísimo Whatsapp, ya no hay que esperar al regreso, ni esperar esas cartas que uno recibía ya casi a la vuelta, con la excusa que el servicio de correos estaba de mínimos por las vacaciones de los empleados, ni gastar dinero en las conferencias telefónicas.

Un muy buen amigo hizo un grupo, de tres, un trío, al principio del verano, lo que nació como para una tarde, se está prolongando lo que personalmente agradezco pues es un triangulo de los llamados escalenos, ningún lado es igual, aunque en unas horas la distancia de dos vértices casi se juntarán por una distancia temporal de tres horas, tiempo que se tarda en recorrer un barco comercial la distancia entre esos dos puntos, en nuestro supuesto vértices.

Partiendo que los nombres son ficticios, los llamaré Luis, Kapi y yo, único nombre verdadero.

Kapi está en una isla donde el ambiente, por lo que nos comenta es frenético, tanto de día como de noche. El probe lleva una semana y esta ya sin fuerzas, es lo malo de las vacaciones, buenos propósitos iniciales, descansaré te dices una y mil veces, y una vez que ya las tienes no paras, trasnochas y duermes poco. Pero he de reconocer que Kapi, aun muy joven, está conociendo lo que de oídas tenía referencia, además de refrescar su inglés y mejorando su francés.



Luis por su parte, se encuentra en una costa que, meteorológicamente hablando, está portándose con los aborígenes como hacia tiempo, pues en la última semana, es buenísimo. Pero mañana cambia de aires, y estará cerca de Kapi. Espero que desde el chiringuito me salude y me cuente su descanso. Si, Luis es de los que descansará, alguna salida nocturna pero sin sobresaltos, sin el stress de donde y como terminará la noche.

Y yo, que por ahora no me muevo, pues es lo malo de la crisis, amén de estar esperando una entrevista de trabajo. Pero no me importa lo más mínimo, lo más gratificante son las fotos que me mandan, me imagino sentado en un chiringuito tomando unas cervezas con Luis, o paseando por una playa, o navegando en un barco con más gente, que no conozco, tomando unas copas con Kapi.

Ya he visitado discotecas, pubs, bares y restaurantes, me fartuco de sardinas, de bonito en todas sus variedades, de ensaladas y lasañas, he montado en bicicleta, en quad, a ido a fiestas de la espuma, al igual que he practicado todos los deportes que RTVE emite con motivo de las Olimpiadas Londres 2012.

Y llegará el final del verano, y como decía Luis, tal vez hagamos un libro con los mensajes que nos hemos cruzado, mutatis mutandi, cambiando lo que ha de cambiarse para no herir la sensibilidad del lector, y tras el llegará el temible otoño, con los días más cortos, y sentados presencial o no, recordaremos el último verano, con sus venturas y desventuras de este año 2012.

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