martes, 14 de agosto de 2012

RTPA Y LOS FUEGOS ARTIFICIALES DE LAS FIESTAS DE BEGOÑA EN GIJÓN


Ahora son exactamente las 00:06 horas del día 15 de agosto de 2012, y no puedo ver los fuegos artificiales de las fiestas de Begoña de Gijón, bueno ni yo ni los que han pretendido conectarse.

La televisión autonómica, RTPA (Radio Televisión del Principado de Asturias), anuncia la emisión en directo y pinchas con la ilusión de ver el espectáculo pirotécnico y solo ves la imagen fija de una parte de la playa de San Lorenzo con una música estridente, de la que sin duda no pagan a la SGAE, pero no se ven los fuegos.

Joder, que suerte tienen algunos, y no lo digo por no poder verlos, los fuegos, si no por el hecho de tener trabajo, cobrar a final de mes, y no dar un palo al aire, esto es increíble, y seguro que les importará un pimiento que gente de Asturias, gente de Gijon que se encuentra lejos no puedan disfrutar de la fiesta, de su fiesta, ah eso si, cuando hay elecciones los señoritos buscan el voto del que luego ni se acuerdan.

Enhorabuena responsable de RTPA y enhorabuena a los políticos que lo nombraron.

Ahora, manifiestan que no tienen los derechos para la emisión ¿Que derechos necesitan para un acto público del PUEBLO y PARA EL PUEBLO?. Ninguno señores, ningún derecho precisan, no es una película, no es un programa que compren a una productora, y JODER, LOS FUEGOS SE QUEMAN AL AIRE LIBRE, EN EL CERRO DE SANTA CATALINA TERRITORIO GIJONÉS Y ASTURIANO.

No manifiesto aquí lo que pienso del comentario, aviso o como quieran leerle, ni de su cutis, por no ofenderme a mi, que soy el único que escribe y lee este blog.

lunes, 13 de agosto de 2012

Como no todo va a ser comer y comer, he desempolvado un relato que escribí hace ya unos cuantos años, y que quiero compartir con el respetable, por ahora inexistente, y que a una muy buena persona le gusta (RVA) y eso que dice que lo ha leído un montón de veces siempre le encanta.

Cuando he tenido que firmar con seudónimo, he elegido aldeas muy cercanas a mi, a mi propia historia, y Vega es mi cuna, de allí vengo y allí me gustaría irme.


A ELLA


Faltaban pocos minutos para las seis de la mañana de un día de primavera. Los primeros rayos del sol se colaban por entre las rendijas de la persiana. Toda mí familia dormía plácidamente, pero yo no sé por qué razón, este día festivo, me había despertado como si hubiera estado durmiendo durante años.

Me levanté y me dirigí al silloncito que había en la habitación, desde allí sentado oteaba todo el entorno, paseé la vista por todos los rincones hasta que me paré ante ella.

Hacía ya más de cincuenta años que me la habían presentado, para mis ojos, ella no había cambiado absolutamente nada, seguía manteniendo esa lineal boca y sus dos grandes ojos.

"... Fué una tarde de frío invierno cuando mí padre la presentó a la familia que en esos momentos estábamos merendando ante una taza de chocolate y poco antes de que empezara yo a estudiar, como cada día, mí examen de Estado. Ante mis púberes ojos, intuí que estaría con ella durante el resto de mí vida.

Con sutil delicadeza nos hizo los honores como una auténtica joya, con sus suaves curvas, además de las características que ya he mencionado al evocar estos recuerdos; esa tarde no pude tocar un libro, pero valió la pena.

Todos los días pasaba con ella cortos espacios de tiempo, compartiendo sus pensamientos, sus opiniones, sus historias, me trasmitía las noticias, que a mí, a lo largo del día me era imposible atender, sumiéndome en un profundo y relajador silencio.

Uno de mis días más aciagos, fué cuando me tuve que desplazar a estudiar fuera de mí casa, ella se quedaría allí, sin que pudiera disfrutar con su compañía los pocos vespertinos momentos cuando a solas nos quedábamos; pero tenía el consuelo de que mientras pudiese acudir a mí casa los pasaría en su compañía.

Durante esos cortos pero intensos años de carrera, conocí a otras, pero no eran las mismas. Ahora puedo decir con todo mí orgullo que le fui fiel durante esa época de mí vida.

 Cuando obtuve mí licenciatura universitaria, mí primer recuerdo fue para ella e incluso le mandé un mensaje que sé que oyó, convirtiendo su lineal boca en una intensa sonrisa y de sus grandes ojos manaron densas lágrimas.

Mis padres, orgullosos de mí, me propusieron un recuerdo por mí reciente titulación; yo no dudé un instante y con ella presente en la habitación, la señalé con mí dedo índice. Un largo silencio se apoderó de la estancia, mis padres se miraban el uno al otro sin poder articular palabra; tuve que ser yo el que rompiese tan violenta situación, balbuceando que aún debería pasar algún tiempo antes de tener que abandonar de nuevo y definitivamente mí casa y que mientras tanto disfrutaríamos de su compañía.

Ella me presentó a grandes personajes de la vida pública del país, así como de allende nuestras fronteras naturales. Me contaba los chismorreos que en la ciudad se decían, me acompañó en conciertos por los que sin duda, si no llega a ser por ella, seguro que hoy no sentiría el menor aprecio. Y algo que me fascinaba era la facilidad con que ella cambiaba de voz, como yo de posición, embelesado por tan mágica experiencia.

Pero al llegar los años sesenta, mí hogar experimentó un cambio importante, hasta tal punto que ya nadie le prestaba la más mínima atención, tan sólo yo a diario y después del trabajo me acercaba a su cálida compañía.

Llevaba trabajando unos años y mí presencia en el hogar familiar se prolongaba en exceso, por lo que decidí independizarme y vivir mí vida, pero ahora volvía a tener el escollo de cómo plantear de nuevo mis pretensiones; así que de nuevo reuní como pude a mis padres y tras exponer mis propósitos, les recordé la promesa que me hicieran otrora, y cual fue mí sorpresa que no se opusieron a que se fuera conmigo a vivir, a prescindir de su compañía. Mí padre, tomó por último la palabra y me dijo con su profunda voz que no es que hubieran perdido el interés por ella, pero el tiempo pasa y todo evoluciona, y que ella representaba otros hitos, otra forma de vivir que no eran los de ahora, que sabían que tarde o temprano me iría de su entorno y que fieles a su promesa eran conscientes, así mismo, que ella me tendría que acompañar por el amor que siempre le tuve deseándonos por último la mayor felicidad.

Los amigos que ya habían tomado la decisión de vivir solos, me comentaban tristes que era muy duro afrontar la soledad al llegar a la vivienda, que debía empezar a conocer alguna mujer para que me casara y formara una familia. Pero lo que no sabían es que yo no me iba solo.

Cuando volvía al domicilio después de una dura jornada de trabajo lo primero que hacía era saludarla, y a partir de ese momento sólo se oía su voz que me acompañaba hasta quedarme dormido entre los brazos de Orfeo y a la mañana siguiente con su aterciopelada voz me susurraba al oído para despertarme. Así día tras día, era tal el amor que sentía por ella que ya la consideraba como la hermana que nunca tuve. Mis padres, que de ciento a viento aparecían por mí casa, la oían a lo lejos incansablemente, no objetaban nada pero no lo comprendían.

Pasó el tiempo y una tarde en un guateque que organizaba un compañero de trabajo, conocí a Leonor, mí corazón se aceleró, como aquella tarde en que mí padre entró con ella. Hablamos largo y tendido, la música y la algarabía de la fiesta no fue óbice para ello. Cuando volvía a casa parecía que en vez de andar, volase. Apenas le hice caso esa tarde y las siguientes. No oía su voz, no pasaba por mí casa nada más que para dormir, el resto del tiempo se lo dedicaba al trabajo y a Leonor. Ahora, unos años después he comprendido que fue la misma reacción que mis padres tuvieron en los años sesenta.

Cuando ya no pude más, dado que en mí estado era el ser más feliz del mundo, llamé a mis padres y les pedí que vinieran a mí casa. Cuando entraron y tomaron asiento en el salón, la primera pregunta fue para ella, preocupados porque no se la oía. Yo, ni escuché la pregunta, ausentándome unos momentos de la estancia para ir a buscarla. Una vez reunidos, los cuatro juntos, comencé a desarrollar el motivo de la asamblea, que no sabía muy bien como iniciar; los tres me miraban expectantes, yo, no sé si por cobardía, o por falta de palabras, les invité a una copa que ninguno aceptó. Así que, como me dijera un amigo australiano, para desliar la lengua, me serví un whisky, que bebí a lo John Wayne, y dije: - ¡Me caso!, (silencio), -¡Me caso!, (otro largo silencio), - ¡Coño, que me caso ...!. Sólo pude ver que uno de los ojos de ella me guiñaba en prueba de asentimiento; mis padres, al ver su reacción positiva, me empezaron a bombardear con esas preguntas que siempre se hacen y que, a la postre, no sirven para nada. Como colofón empezó a salir de su lineal boca la melodía del "Canon de Pachelbel".

A las pocas semanas me casé con Leonor, y tuve que trasladarme a otro domicilio un poco más grande, pero ella, en contra de la opinión de mis padres, me acompañó y a Leonor no le importó, gracias a que siempre me respetó por este tema.

La familia creció y creció, pero a la nueva generación no le importaba en absoluto su presencia; a mí esposa sí, y más de una vez la sorprendí en atenta escucha de sus secretos. Años después, me confesaría que había sido la mejor compañía que tenía ante mí ausencia debido al trabajo.

Pero no todos somos inmortales por mucho que intentemos llevar una vida sana y equilibrada, y, una tarde de frío invierno, cuando la estaba oyendo atentamente, sus ojos brillantes empezaron a apagarse lenta y pausadamente, y una luz interna dejó de iluminarla, me quedé en silencio, paralizado. Leonor, que pasaba por delante de la estancia, al verme empezó a gritar sin que yo la oyera, me dio un bofetón sacándome así de mí letargo. La cogí, y corriendo escaleras abajo, llamé a un vecino especialista y conocedor de los problemas que podía tener ella y, tras pasar a su lugar de trabajo, la depositó en una gran mesa a modo de camilla, cogió su instrumental y con la premura que exigía la urgencia, en unos instantes pudo decirme que había muerto para siempre, que no tenía salvación, que órganos como la de ella eran dificilísimos de encontrar. Una lámpara principal se había fundido y no llegaba a entender que hubiera durado tanto, ¡cómo se hacían las cosas antes ...!. Comprobó el vecino un sello que en su parte posterior tenía y decía: "Contribución de Usos y Consumos, Radio Marchan, permiso nº 35 A, número de lámparas: 4, numero de fabricación 8422,

Precio Venta al Público: 1.341'95.-Pesetas."".


Y hoy, de nuevo en la realidad y ante su silenciosa presencia en nuestro dormitorio, aún puedo recordar cuales fueron las últimas palabras que de su redondeada figura emanaron, a modo de epitafio, en la voz del gran locutor, rescatado esa tarde, sin duda, de los archivos sonoros de una emisora, Bobby Deglané: "¡Mañana será otro día.....!.


Vega
Menús rápidos para un verano de crisis

Allá por 1984, en concreto el 10 de enero martes, se emitió el primer capítulo del, para mi primer programa, de cocina en la historia de la televisión, "CON LAS MANOS EN LA MASA" cuya presentadora era Elena Santonja y la BSO de Vainica Doble y voz de Joaquín Sabina y Gloria Van Aersen.

Este es el primer capítulo, por si queréis rememorarlo. A los pocos meses, en concreto mes de junio, finales, principios de julio, se empezaron a comercializar fascículos.

Recuerdo que se invitaba a un personaje y con él la presemtadora cocinaba un plato. En cierta ocasión, el invitado cuyo nombre no recuerdo, facilitó una curiosa receta de la época de la guerra y postguerra española, y hasta hace unos años y con la enciclopedia que es Internet, tras hurgar un buen rato, encontré la receta que hoy os voy a enseñar. En la actualidad, si tecleáis en algún buscador encontrareis un montón de referencias de esta receta. 

TORTILLA DE PATATAS SIN HUEVO NI PATATAS

Curioso ¿no?, en más de una ocasión la he comentado con amigos pero mis interlocutores no sabían de sus existencia e incluso se cachondeaban de este servidor.

Ingredientes: Naranjas, aceite de oliva, harina de trigo o maiz o garbanzos, pimienta, sal, colorante alimenticio, bicarbonato y agua.

1.- Con un cuchillo, muy afilado pelamos las naranjas, la zona naranja -membrana carpelar-, dejando unida inicialmente la parte blanca de la naranja -albedo-. Terminado el proceso, separaremos la parte blanca de la pulpa.

2.- Trocearemos el albedo o parte blanca en trozos como lo haríamos con una patata, y lo pondremos a remojo en agua por un tiempo largo una o dos horas.

3.- En un bol añadiremos la harina unas cuatro cucharadas, diez de agua, una de bicarbonato, una pizca de pimienta, sal al gusto y colorante para conseguir el color a huevo, lo batiremos tal como lo haríamos con los huevos tradicionales.

4.- Escurriremos muy bien los albedos de la naranja y los pocharemos en la sartén con aceite, luego lo añadiremos a los ficticios huevos y dejaremos que empape todo unos minutos, mientras calentamos de nuevo el aceite.

5.- Cuando este caliente vertimos el contenido en la sartén, al rato y dependiendo de los gustos, le daremos la vuelta, haciéndola por el otro lado.

6.- Terminad pasar la tortilla a un plato y servir.

Con este tipo de platos, lo más divertido es dejar que la gente piense lo que quiera, luego decís la verdad, si lo hacéis a la inversa es muy posible que ni la prueben.

viernes, 10 de agosto de 2012

Menús rápidos para un verano de crisis

Dicen que de Virgen del Carmen a Virgen de Agosto, es la mejor época para las sardinas, el precio, he visto estos días oscila, lo cual es un problemilla, otro inconveniente es su elaboración en casa, pues los efectos colaterales son intensos y perduran más de un día.
Para evitar los inconvenientes señalados, hoy comeremos SARDINAS A LA PLANCHA, baratas y sin apenas daños colaterales.

¿Se acuerdan de las latas de sardina?, aquellas latas de siempre que en los últimos años han caído en el olvido o porque no decirlo en el desprecio, denostadas por la gente.

1.- Compraremos una lata grande o varias de las de toda la vida.
2.- Las abriremos con cuidado, pues un corte con la lata puede resultar escandaloso por la sangría que puede producirse y peligroso.
3.- Las sacaremos de una a una escurriendo al máximo el aceite impregnado.
4.- Con la ayuda de un cuchillo y tenedor las abriremos por la mitad a lo largo y extraeremos la única espina que tienen.
5.- Calentaremos una sartén, y las iremos dorando en la misma, no hace falta poner aceite pues las sardinas contienen la necesaria, vuelta y vuelta y serviremos en un plato.

Como podrán comprobar es rápida su elaboración y barato muy barato.

jueves, 9 de agosto de 2012

Menús rápidos para un verano de crisis.

CREMA DE ESPÁRRAGOS

Refrescante contra esta ola de calor, rápida de elaborar y barata.

Compramos un bote de cristal de esos grandes que venden en los hipermercados/supermercados, de un galón. Unas dos o tres patatas, aceite y sal, para adornar perejil deshidratado.


1.- Pelamos las patatas y las ponemos a cocer con sal y aceite, con el propio jugo de los espárragos y si hiciese falta añadiremos agua.

2.- Un poco antes de que estén cocidas, y tras separar alguna punta de los espárragos que reservaremos, los metemos en la perola junto con las patatas.

3.- Una vez tiernos los tubérculos, se determina pinchando la punta de un cuchillo, retiramos del fuego y si hay mucho líquido, separamos parte, con todo lo pasamos por la batidora o brazo de cocina, rectificamos de sal y en el proceso añadimos un generoso chorro de aceite. Si sale espeso podemos añadir el caldo que hemos retirado.

4.-Terminado el proceso, tamizamos la crema a través de un colador y añadimos las puntas de los espárragos. Una vez frío la introducimos en la nevera o fresquera y una vez fría esta lista para su consumición.

Se puede servir en vasos o en cuencos se adorna con un poco de perejil deshidratado y un chorrín de aceite, y si se quiere dar un toque particular una pizca de pimienta negra o blanca recién molida.

   



Hoy, hurgando en el ordenador he encontrado una de esas fotos que para los demás no significa nada pero para uno, el que escribe, tiene su significado, entre otras cosas por que uno de los que fueron retratados no está entre nosotros, se fue, como aquel que dice, en un suspiro.
Lo conocí hacía muchos años, en concreto en la ciudad de La Coruña, coincidíamos en un congreso de la Abogacía española, fue, aunque para mí seguirá siendo, de esas personas que hacen mella. Recuerdo que nos acostábamos los últimos y nos levantábamos los primeros cuidando de los demás amigos. Con el paso de los años, la amistad se fue fortaleciendo, nos veíamos poco, las cosas como son, pero cuando coincidíamos aprovechábamos el tiempo al máximo.
Recuerdo gratamente un congreso en Valencia del Cid, como se decía hace ya muchísimos años, de Jóvenes Abogados, creo que fue en el año 1995 coincidiendo con la recién redactada Ley de Arrendamientos Urbanos. Lo lleve a los sitios que conocía de la ciudad natal de mi madre. Paseamos por el barrio del Carmen, empezando en el bar El Pilar, las habas no le gustaron, no era de es
extrañar en mi Gijón del alma, las habas de mayo se las daban al ganado. Lo conduje a tomar un "ROCAFUL" bebida que nos sirvieron el la cafetería AQUARIUM, en Gran Vía Marqués del Turia, le convenció, es un combinado de café, hielo frape, clara de huevo batida, brandy (antaño llamado en nuestra España, coñac) y azúcar, todo ello se bate en una coctelera y se sirve en un vasito de cristal. Le invité a tomar la tradicional horchata valenciana en la Horchatería de Santa Catalina, si no la más antigua de la ciudad una de las que más, no paraba de pedir que le pusieran güisqui, y el horchatero que no, que cara ponía de extrañeza.
Luego coincidimos en otros puntos de la península o cuando iba a mi tierra nos veíamos, tomábamos unos vinos y hasta otra ocasión.
Cuando fui a Gijón en el año 2008  atrabajar, me lo encontré en varias ocasiones, su despacho y mi primera residencia estaban muy cerca, coincidimos en cenas y me invitó a su sociedad gastronómica a un arroz con perdiz junto con otros compañeros y amigos.
Y después de ese día, no volvía a verlo, se fue, tan rápidamente como cuando se prende una mecha. Supe de él prácticamente día a día, no quería saber nada de nadie, lo respeté, hizo lo que tuvo que hacer en el poco tiempo que le quedó, y se fue.
Aun hoy, cuando vuelvo a mi tierra, pienso que me lo voy a encontrar a la vuelta de cualquier esquina, pero no es así, el se fue pero me dejo grabado en mi su amistad.
Hace un par de semanas, me enteré que su padre había fallecido, no pude asistir ni al tanatorio ni al posterior funeral, pregunté como se encontraba la viuda y madre del que fue, es y será siempre mi amigo, y me dijeron que estaba entera muy entera. Ella admitía que o ella o su marido fallecieran, era ley de vida, lo que nunca superaron fue primero que falleciera su hija y después su hijo.
Hoy he querido recordar a Fernando Gutierrez Castilla, abogado que fue del Ilustre Colegio de Gijón.

Una cosa que siempre me ha gustado han sido las historias del verano, esas historias, la mayoría de las veces cargadas de amor, y finalizadas con un alto grado de melancolía.

Me viene al recuerdo ahora mismo la película GREASE con John Travolta y Olivia Newton John,








Lo malo era y es el final del verano

www.youtube.com/watch?v=ugZ625lu0TQ,

pero hasta que llegue ese final anunciado desde el mismo momento que empieza, disfrutémoslo.


Hoy, con las nuevas tecnologías, podemos estar a tiempo real en cualquier sitio y comunicar con nuestros amigos que nos cuentan sus aventuras y desventuras, me refiero al conocidísimo Whatsapp, ya no hay que esperar al regreso, ni esperar esas cartas que uno recibía ya casi a la vuelta, con la excusa que el servicio de correos estaba de mínimos por las vacaciones de los empleados, ni gastar dinero en las conferencias telefónicas.

Un muy buen amigo hizo un grupo, de tres, un trío, al principio del verano, lo que nació como para una tarde, se está prolongando lo que personalmente agradezco pues es un triangulo de los llamados escalenos, ningún lado es igual, aunque en unas horas la distancia de dos vértices casi se juntarán por una distancia temporal de tres horas, tiempo que se tarda en recorrer un barco comercial la distancia entre esos dos puntos, en nuestro supuesto vértices.

Partiendo que los nombres son ficticios, los llamaré Luis, Kapi y yo, único nombre verdadero.

Kapi está en una isla donde el ambiente, por lo que nos comenta es frenético, tanto de día como de noche. El probe lleva una semana y esta ya sin fuerzas, es lo malo de las vacaciones, buenos propósitos iniciales, descansaré te dices una y mil veces, y una vez que ya las tienes no paras, trasnochas y duermes poco. Pero he de reconocer que Kapi, aun muy joven, está conociendo lo que de oídas tenía referencia, además de refrescar su inglés y mejorando su francés.



Luis por su parte, se encuentra en una costa que, meteorológicamente hablando, está portándose con los aborígenes como hacia tiempo, pues en la última semana, es buenísimo. Pero mañana cambia de aires, y estará cerca de Kapi. Espero que desde el chiringuito me salude y me cuente su descanso. Si, Luis es de los que descansará, alguna salida nocturna pero sin sobresaltos, sin el stress de donde y como terminará la noche.

Y yo, que por ahora no me muevo, pues es lo malo de la crisis, amén de estar esperando una entrevista de trabajo. Pero no me importa lo más mínimo, lo más gratificante son las fotos que me mandan, me imagino sentado en un chiringuito tomando unas cervezas con Luis, o paseando por una playa, o navegando en un barco con más gente, que no conozco, tomando unas copas con Kapi.

Ya he visitado discotecas, pubs, bares y restaurantes, me fartuco de sardinas, de bonito en todas sus variedades, de ensaladas y lasañas, he montado en bicicleta, en quad, a ido a fiestas de la espuma, al igual que he practicado todos los deportes que RTVE emite con motivo de las Olimpiadas Londres 2012.

Y llegará el final del verano, y como decía Luis, tal vez hagamos un libro con los mensajes que nos hemos cruzado, mutatis mutandi, cambiando lo que ha de cambiarse para no herir la sensibilidad del lector, y tras el llegará el temible otoño, con los días más cortos, y sentados presencial o no, recordaremos el último verano, con sus venturas y desventuras de este año 2012.

viernes, 3 de agosto de 2012

Hoy, 4 de agosto de 2012, primer sábado del mes de agosto, día del "Descenso Internacional del Sella" y de la inaguración de la FIMA (Feria Internacional de Muestras de Asturias), he decido crear este blog.

Un lugar para dejar algo, para que alguien lo lea, si le interesa, compartir mi vida, con sus correspondientes experiencias.


Este soy yo cuando hice, hace unas semanas, la practica para la obtención del título de Patrón de Yate. Si tengo aficiones, algunas tal vez no llegue a practicar con la asiduidad que pudiera desear, como esta; otras, como el golf la practico con cierta habitualidad; la de escribir, relatos cortos, esos que la gente en unos pocos minutos se enfrasca en la lectura y se sumerge en otro mundo paralelo; y la fotografía, preferiblemente en blanco y negro o sepia por encima del color. Y más aficiones que iré publicando.

Que quien soy profesionalmente hablando, un abogado, o alguien que ha intentado serlo. Reconozco que no he tenido la suerte que soñé tendría cuando estudiaba alla por los años 80 la carrera, las ilusiones se esfumaron con el paso de los años. Los clientes no llegaban, los gastos asomaban por la puerta de mi primer, del segundo y del tercer despacho cada día.

A lo largo de mi existencia, que se remonta desde 1963, he lavado coches, he trabajado la tierra, he sido botones en un hotel o mejor dicho malatero, he organizado congresos o jornadas, he impartido clases en colegios profesionales menos en el mío, ya se sabe eso de nadie es profeta en su tierra....., he servido copas y comidas, estas para gente necesitada, y más y más cosas.

Y hoy, sigo en la linea de salida, con más años, más experiencias, y sin visión de futuro, pues este, por mor de fuerzas extrañas u ocultas me lo arrebatan antes de que llegue.

Bueno por hoy, ya es suficiente, mañana tal vez, si llego, seguiré por aquí.

Si alguien lee esto, gracias.